Me decidí a hacer un post sobre cómo empecé en esto y cómo es trabajar en moda, debido a los cientos de mails que recibo de muchos de ustedes que tienen la misma inquietud: “Soy xx, trabajo en xx pero mi sueño es trabajar en moda y no sé como hacerlo, cómo lo hiciste tú y bla bla”. Creo que aunque me doy el tiempo de responder esos mails, merece una aclaración colectiva, ya que a veces pareciera que todo en el mundo de las personas que trabajan en moda es fácil, pero no.
Pido disculpas si alguno de los que está leyendo este post me ha escrito alguna vez y no ha recibido respuesta, la verdad es que intento responderlos todos, pero reconozco que a veces estoy metida en muchas otras cosas y estos mails merecen una respuesta larga y a conciencia, que a veces no puedo dar, es por esto que me propuse hacer este post. Espero se entienda como una manera de aclarar ciertos mitos que hay con esto de “el mundo de la moda”.
Parto también aclarando que esta derribación de mitos es bajo mi punto de vista, no generalizado, y desde un solo aspecto de lo que significa trabajar en moda, ya que mi trabajo es uno de los miles que puedes hacer en este rubro.
Voy a usar un formato de entrevista a mi misma y voy a tomar de referencia algunas de sus preguntas, para que sea más fácil y ordenado de leer.
Qué estudié y qué quería de mi vida cuando entré a estudiar?
Estudié publicidad en la Universidad Diego Portales y cuando entré ni siquiera sabía de qué se trataba la carrera. Yo quería periodismo, pero tenía un puntaje bastante promedio por lo que las posibilidades de quedar en lista de espera eran altas, aún así postulé a entrevistas en ambas carreras. Llegué tarde a la de Periodismo, asi que me metí a la de publicidad primero. Ahí hablé con el director de carrera de ese momento, que era Antonio Marquez, y él me convenció de que si lo que a mi me gustaba era escribir y era creativa, entonces publicidad era mi carrera porque en periodismo yo siempre iba a tener un editor que no me iba a dejar escribir todo lo que yo quisiera. Entré luego a la de periodismo y hablé con puros viejujos aburridos que me preguntaban qué diarios leía, por lo que salí determinada a inscribirme en Publicidad. Llamé a mi mamá por teléfono y le dije “Mamá, voy a entrar a publicidad”. Toda mi familia quedó plop, ya que yo estaba super decidida por Periodismo, antes de pisar la Universidad. Así empezó todo. En un segundo cambié lo que había estado pensando durante un año entero y no me arrepiento. Lo pasé bien estudiándolo, nunca me eché ningún ramo y me gradué con una excelente nota.
Trabajar en publicidad era lo que yo esperaba? Cómo logré (y por qué quise) entrar a trabajar en moda?
Sí y no. Después de que terminé la carrera, me fui un año a Buenos Aires a estudiar en una Escuela de creatividad publicitaria. Volví a Chile llena de sueños y ganas y entré a trabajar en JWT (J. Walter Thompson) por un sueldo de $100.000 y eso que no era practicante, a los practicantes les pagaban menos, pero en ese momento ellos tampoco andaban buscando agrandar el equipo, por lo que fue casi por darme la oportunidad. Quiero aclarar que esto no es culpa particularmente de esta agencia, sino de la industria. En cualquier agencia me hubiesen pagado poco porque así es el noviciado en las agencias y quieras o no, tienes que partir así. De todas formas mis ganas de trabajar en creatividad eran más fuertes que lo que ofrecían pagarme y yo sabía que una vez adentro podía demostrar mejor mis capacidades. Al menos yo agradezco que esta haya sido mi primer escuela, porque conocí a un grupo humano muy talentoso y donde aprendí mucho y siempre comparé esta agencia con todas las demás a las que entré.
Así fue como trabajé un año más o menos de Redactora, hice comerciales de TV, me llevaban a reuniones importantes y me dejaban contarle las ideas al cliente, pero me seguían pagando poco. Para ese entonces yo ya ganaba un poco más de plata aunque no lo que yo creía que me merecía. Entonces, como a todos en la vida, sentir que trabajaba por poca plata y la falta de madurez hizo que buscara otro trabajo y me fui de esa agencia a la que tanto quería a otra más chica, donde me pagaban el triple, pero donde me aburrí como ostra y no admiraba a mis jefes. Naturalmente no estaba motivada y me echaron después de un tiempo. Ese fue el que se podría llamar “mi primer fracaso”. Con esto también entendí la lección de que la plata no puede ser el motivador para un trabajo si realmente no te va a gustar lo que vas a hacer. Aún así, al mes encontré trabajo y me fui a Ogilvy, otra agencia “de las grandes”. Acá me pagaban un sueldo promedio, pero volvía a estar con creativos talentosos a los que admiraba mucho. El único problema era que llevábamos una cuenta muy aburrida pero que le daba mucha plata a la agencia, por lo que no todo era maravilloso. Después de un tiempo la cuenta se fue y con la cuenta nos tuvimos que ir varios del equipo. “Fracaso número 2″. A estas alturas yo podría haber pensado que había algo malo conmigo, pero lo que en realidad pensé fue en conocer otras áreas de la publicidad y fue entonces cuando conocí el PR (Public Relations). Trabajé en una agencia de comunicaciones como ejecutiva de cuentas y pude entender un poco más de lo que era trabajar en el lado de la estrategia y las ideas, no necesariamente llevadas a una idea creativa, sino en entender cómo funcionaban las personas y los mercados. Lo pasé muy bien y tuve compañeras muy simpáticas. Para mi que estaba acostumbrada a trabajar con hombres esto de estar rodeada de mujeres era nuevo, pero me gustó y me adapté muy bien.
Pasaron los meses y me llamó mi jefe de JWT para que volviera y esta vez, me ofrecieron muchas cosas y aceptaron mis condiciones. Fue entonces que volví a la publicidad, muy feliz porque trabajaría nuevamente con Fernando, mi ex jefe al que yo quería mucho, e iba a volver como Redactora Creativa a la agencia que me dio la oportunidad de empezar y crecer. A esta agencia yo le tengo mucho cariño, porque no sólo trabajaban bien, sino que se preocupaban de la calidad humana y eso para mi es algo muy valorable en toda empresa. Además, cuando decidí irme siempre me dejaron las puertas muy abiertas y me dieron todo su apoyo, por eso, para mi gusto, esta debería ser la primera escuela de todo creativo.
Pero con el tiempo me di cuenta que no era feliz y eso no se debía a la agencia, sino a mi, a como estaba yo en ese momento. Para ese entonces yo ya tenía 27 años, no los 24 con los que trabajé por primera vez ahí, por lo que mi visión de las cosas había cambiado mucho. Ya no me divertía tener que trabajar hasta tarde, porque el día en una agencia se termina cuando se te ocurre una buena idea y a veces esa buena idea se demoraba en llegar. Me imaginaba a futuro casada y con hijos y tenía muy claro que con esos horarios era imposible. Tenía horario de entrada, pero no de salida. Y lo más importante es que mi motivación del día no era ganarme un premio en Cannes, sino trabajar en cosas más tangibles. Quería ver los resultados de mi trabajo.
Fue entonces que mi motivación por la moda y una mala relación con el que era mi dupla en ese momento, me hicieron entrar en una crisis existencial de la cual no sabía como salir. Sentía que estaba atrapada en ese puesto, porque como nunca había trabajado en Marketing, ninguna empresa me daría la oportunidad y sentía que nunca iba a poder cambiar de rubro. Hablé en ese entonces con la Planner de la agencia que fue muy clara y me dijo “Si ya no eres feliz con lo que estás haciendo, invéntate un plan de acción”. Primero no lo entendí muy bien, pero luego me di cuenta que lo que más me gustaba hacer al llegar a la agencia era ver blogs y páginas de moda, entonces pensé “Por qué no inventarme un blog que hable de moda y donde yo me pueda tratar a mi misma como una marca?”. Fue así como nació este blog, siempre con la idea de ser trabajado como una marca (por eso nunca le puse mi nombre, sino que inventé “TwinBirds”), de esta manera yo trabajaría en hacerlo conocido para luego ir donde una marca y mostrarle mi capacidad en Marketing, aunque no todo partió sólamente con moda, sabía que para que mi blog tuviese un valor agregado había que darle espíritu, un valor de quien era yo, de cómo veía la vida y cuales eran mis intereses. Por eso el tema de la moda siempre fue un tema más dentro del blog, pero nunca el central (Aquí pueden leer mi primer post). Mi meta era hacer esto en 1 año. Pero a veces las cosas pasan más rápido de lo esperado y al cabo de 5 meses ya me habían hecho un par de entrevistas y como la gente se enteró de mi interés en la moda, de uno de mis ex-trabajos una compañera me llamó para contarme que en Lacoste buscaban asistente de Marketing. Aquí es cuando ese dicho que dice que “Es más importante tener amigos que plata” se hace realidad.
Después de muchos intentos, logré ser entrevistada para el puesto y entré. Me contrataron sabiendo que nunca había trabajado en esto, pero que tenía muchas ganas de aprender. Al cabo de 2 años yo ya era coordinadora del área y manejaba 2 marcas. Con mi jefa teníamos una muy buena relación y todo funcionaba bien. Pero entonces me enteré que una gran marca internacional de moda venía a Chile y nuevamente comencé mi cruzada por alcanzar un nuevo sueño, ya que una vez que consigo uno, siempre quiero encontrar el siguiente.
Después de mover cielo mar y tierra para saber a dónde tenía que mandar mi curriculum, logré dar con el mail de una persona de la agencia de RRHH que buscaba el cargo del que hoy es mi jefe. Entonces le mandé un mail diciendo que sabía que el buscaba gerentes, pero que a mi me interesaba entrar a la empresa al puesto que él pensara que era más adecuado -a esas alturas no me interesaba a qué entrar, sino estar adentro- entonces esa persona me respondió que muchas gracias por mi CV y que me iban a avisar si aparecía algo para mi. Fue una forma educada de darme un “Dismiss”.
Estaba a punto de dejar de buscarlo, hasta que una amiga me dio el mail de otra persona de esa misma agencia de RRHH para que le escribiera y mandara mi CV. Lo hice y me llamaron a entrevista. Tuve en total 3 entrevistas. 2 con ella por skype y la última presencial con el que hoy es mi jefe y una persona de la empresa de Suecia. Por lo tanto la entrevista era en inglés y mi inglés no era precisamente el mejor. En ese momento, a pesar de los nervios, sólo me dejé llevar y pensé, “tienen que ver quien soy, más allá de mi mal inglés y mis pocos años de experiencia“. Y gracias a eso, quedé en el trabajo. Ya que lo que ellos más valoraron era mi personalidad y como era yo. De esto saco la lección de que ser transparente y honesto en una entrevista es siempre más importante que demostrarse en exceso talentoso.
Si tuviera que pensar en qué fue lo que me llevó a conseguir todo lo que me he propuesto, creo que simplemente se debe a lo mucho que estoy dispuesta a trabajar. Tener este blog, solo demostraba que yo quería hacer algo más con mi tiempo libre y que trabajar extra, para mi no era un problema. Me atrevo a pensar que a veces las empresas prefieren contratar gente esforzada y dispuesta más que a personas súper capacitadas que no quieran hacer cosas para las que “ya no están”. He escuchado mucho eso de “yo ya no estoy para hacer órdenes de compra” “yo ya no estoy para cargar cajas” “Yo ya no estoy para sacarme la cresta por algo” y tantas otras que de verdad sólo hacer ver lo poco dispuesto que estás a hacer de todo lo que se te pida ( Lo que no quiere decir que te dejes abusar). Ser comprometido es uno de tus mejores valores, incluso aunque a veces te de lata, porque cuando ven que estás dispuesto a ir a todas, saben que encajarás perfecto donde te pongan.
Cómo han sido estos casi 4 años de trabajo en el rubro de “La moda”?
Agotadores, entretenidos, emocionantes, de muuuuuuucho trabajo, lágrimas y de nunca estar satisfecha. Partir de cero siempre es complejo y emocionante a la vez, pero tienes que trabajar más aún, porque eres nuevo en algo, por lo que tu falta de experiencia no puede ser tu debilidad. Tus ganas acá son lo más importante y lo que finalmente te llevará a conquistar el mundo. Mis primeros años no fueron fáciles, pero lo pasé muy bien. Tuve la suerte de tener una jefa de la que aprendí mucho y ella siempre fue muy generosa conmigo en enseñarme TODO lo que ella sabía. Todo lo que sé hoy en términos de marketing y de PR es gracias a ella.
Ustedes pueden pensar que “trabajar en moda” es puro glamour, eventos y vestirse linda. Bueno, ese es el primer mito del que voy a hablar.
Primer mito: Trabajar en moda siempre viene de la mano con el glamour y el brillo.
A menos que no trabajes en Vogue, seas Anna Wintour o Miroslava Duma -quienes me imagino que tienen un enorme equipo detrás para hacer hasta las cosas más mínimas- tu sí tendrás que hacer de todo y preocuparte hasta de los últimos detalles.
Cuando estaba en mi primer trabajo en moda, participábamos del Viste Stgo, lo que significaba que mi jefa y yo planificaríamos todo para luego yo tener que ponerlo en práctica, con su supervisión. Esto quiere decir que, íbamos a ver nuestro espacio para el montaje, le encargábamos el stand a una persona especialista en Stands, para luego yo encargarme de todo lo demás. Entonces, ahí estaba yo un miércoles feriado, recibiendo un camión en Casa Piedra con todas las cajas de ropa, ganchos para colgarla, plancharla y ponerla para que al día siguiente todo funcionara bien. Ni hablar del desmontaje que significaba guardar todo en las mismas cajas, cargar el camión de vuelta y todo después de la hora en que las actividades terminaban, osea después de las 9 de la noche, yo recién podía ponerme “manos a la obra” a guardar todo. Por suerte contratábamos a 2 promotoras que ayudaban más mi pololo y mi mejor amigo que me ayudaban para que nos pudieramos ir rápido. Cuando digo “cargar el camión de vuelta” es literal, yo cargaba cajas y hasta el día de hoy lo sigo haciendo.
Para otro Viste Stgo se nos ocurrió dar como regalo una toalla de playa bordada con el logo. Era una idea muy buena, pero quién creen que tuvo que ir a Maipú a buscar las muestras de la toalla y gestionar todo? Yo. Reconozco que le pedí a mi mamá que me acompañara porque nunca había ido para el sector donde quedaba la fábrica y aunque quizás yo hubiese querido reclamarle a mi jefa, mi respuesta siempre fue “no te preocupes, yo me encargo”. Aunque a veces uno crea que es injusto, tu jefe es el jefe te guste o no y lo más probable es que él o ella también pasaron por todo lo que estás pasando tú, por lo que en vez de pensar que la vida es injusta contigo, piensa que es parte de tu formación para que el día en que tú seas jefe, entiendas el esfuerzo que hacen las personas a tu cargo.
Pero casi toda la gente que trabaja en moda o tiene blogs, siempre se ve en Instagram pasandolo bien, en eventos, recibiendo regalos y comiendo cosas ricas!
Sé que a veces los culpables de que todo parezca glamoroso y lleno de brillos somos nosotros mismos, porque lógicamente ustedes no ven en nuestras fotos de instagram todo lo que ocurre el resto del día. Yo puedo subir mi outfit o algo lindo que estoy comiendo, un evento al que estoy asistiendo o un regalo que me enviaron por mi blog, porque claro, Instagram es una red social donde lo lindo vende, ninguno de nosotros quiere mostrarse cuando está súper cansado o cuando ha tenido un mal día. Pero la realidad es que no todo es tan sencillo y fácil como parece.
De partida si trabajas desde el lado de la marca, tu trabajo es ser amable con todas las personas, tengas un día bueno o uno malo. Tú no eres la estrella, el resto de las personas con las que tú trabajas lo son. Tú eres el que tiene que ganarse a los demás para que tu marca aparezca en revistas, eres quien tiene que ser simpático incluso con gente que no te cae bien. Pero es parte de tu trabajo y las cosas personales acá no entran. Después de todo, todo lo que digas o hagas representa a una marca y por lo mismo hay que ser muy profesional y dejar de lado las cosas personales.
Cuando tú eres el host de un evento, probablemente la gente te ve bien vestida, radiante y bien maquillada, pero lo cierto es que no tuviste tiempo de irte a tu casa, pegarte una ducha y volver. No, tuviste tu jornada normal de trabajo y pocas horas antes del evento te fuiste al baño, te maquillaste y peinaste rápidamente, sacaste de tu bolso la ropa para cambiarte y te fuiste a trabajar nuevamente. Llegas a arreglar los detalles para que todo esté perfecto para la llegada de tus invitados. Y como por supuesto tú eres quien da la fiesta, naturalmente tu eres el último en irte. Por lo tanto tu día de trabajo probablemente fue de muchas horas non-stop.
Trabajar en moda tiene exigencias muy altas, pero también sus recompensas. Independiente de que tengas que trabajar mucho, estás cerca de las tendencias, de conocer gente muy interesante y de poder participar de un mundo increíble en el que la belleza es el factor principal, por lo que todas esas cosas agotadoras compensan perfectamente lo gratificante que es al final del día. Pero eso sólo lo vas a pensar si eres una persona a la que le gusta trabajar mucho. Este rubro definitivamente no es para personas cómodas y que no están dispuestas a hacer de todo.
Pero trabajar en moda no significa necesariamente trabajar con ropa. La moda está presente en muchos aspectos y si te gusta la moda, no necesariamente necesitas trabajar en ella. Hoy estamos en un momento en el que todo es tan abierto, que no necesitas hacer algo específico o ser un experto para poder opinar de algo.
Segundo mito: Para trabajar en moda tienes que haber estudiado algo relacionado, o es imposible entrar.
Conozco gente que trabaja en otras cosas que se viste increíble y que le gusta la moda y eso no significa que no se dediquen a su pasión por ella solo porque trabajen en otras cosas. Tú no eres lo que es tu trabajo, tú eres lo que te gusta hacer y lo que haces por amor, no por cuánto ganas. Puedes perfectamente tener un trabajo en algo que hayas estudiado y que te haga feliz, y que en tus ratos libres tengas un hobbie donde hables de moda. Y sin ir más lejos, la mayoría de las productoras de moda no han estudiado moda, muchas son publicistas, diseñadoras gráficas, arquitectas y conozco incluso a una que era Ingeniero Comercial. Loco no? Eso demuestra que nada está determinado por tu carrera, sino por tus ganas de hacer cosas.
Si no te gusta el trabajo en el que estás hoy, entonces búsca otro. Pero no te lamentes todos los días por estar haciendo algo que no te gusta. Te gusta la moda y no sabes cómo hacerlo? Empieza por algo, aunque no sepas bien qué. No digo que empieces con un blog como lo ha hecho todo el mundo ya (sólo empiezalo si tienes alguna idea buena, nueva y clara, pero no copies moldes de cosas hechas ya, porque siempre serán una réplica, pero no el original), pero habiendo tantas plataformas nuevas, cualquiera puede mostrar su talento en cualquier parte. Puedes hacerte un Instagram con algún concepto, tener una página en Facebook o incluso colaborar para algun blog.
Si Tavi Gevinson hizo una revista siendo una teenager, por qué tú no podrías inventar algo? Todos somos creativos, algunos lo han desarrollado más que otros, pero todos tenemos la capacidad de pensar y crear. Solo hay que esforzarse y hacer que nuestra mente funcione. Lamentándonos de la vida que tenemos y matando el tiempo viendo tele seguro no es un camino para que se te ocurran nuevas ideas. Sale a la calle, observa a la gente, observa las cosas. Hay algo que tu crees que la gente quiere ver y que aún no está hecho? Yo creo que hay mucho! Solo que aún no lo hemos inventado.
Y para terminar, el mito número 3: Para trabajar en moda necesitas saber mucho de diseñadores o de lo que está pasando afuera y tienes que vivir la moda, aunque sea algo frívolo.
Esto es totalmente falso. Si bien al gustarte la moda, existe un interés natural por querer saber más de diseñadores y tendencias, nadie te pregunta sobre esas cosas en tu trabajo. Nunca me preguntaron en alguna entrevista por algún diseñador o por alguna colección en particular. Porque son cosas que se van aprendiendo y por lo demás, para lo que te contrataron probablemente no necesites saber todo eso. Por eso a mi me da risa cuando en entrevistas que me han hecho por mi blog, me preguntan “tú como experta en moda” y es como “a ver, para un segundo!”, yo no soy experta en moda, no tengo idea de lo que está pasando en todo el mundo, ni estoy enterada de cada colección que saca un diseñador. A mi me gusta la ropa, vestirme como a mi me de la gana y que eso signifique algo para mi. Expresar mi creatividad y mi estado de ánimo en mi look, pero que yo tenga un blog donde se hable un poco de moda y que trabaje en moda, no me hace para nada una experta en el tema.
No soy ningun fashion freak que hace cosas extravagantes cuando está fuera de su trabajo. Mi vida es muy similar a la suya probablemente, también tengo reuniones familiares, voy a cumpleaños de amigos, salgo a tomar algo, voy a restoranes y hay veces en que no quiero ir a los eventos por muy entretenidos que parezcan. A veces simplemente prefiero llegar a mi casa temprano y comer con mi familia. Al final, trabajar en moda es un trabajo como cualquier otro, muy entretenido, eso es cierto, pero al fin y al cabo es un trabajo. Y como todo trabajo hay días que son menos emocionantes que otros y hay veces en que querrías estar haciendo otra cosa, después de todo, eres humano. Como dice mi papá “Incluso hasta lo que te gusta cuando es trabajo tiene que costar, imagínate que te tienen que pagar para hacerlo”.
Y con esto, solo se refuerza aún más lo que dije en el mito número 1 y 2. No es lo que sabes lo que te llevará lejos, sino lo que estás dispuesto a hacer para llegar ahí. No es lo que sabes, son tus ganas. Y si tienes ganas empieza ahora, hoy mismo. No esperes a que la idea del millón de dólares te golpee la puerta porque eso no existe. Ni siquiera yo sabía que con este blog inventado hace 4 años iba a conseguir todo lo que he conseguido y eso no tiene que ver con el blog, sino conmigo. Como dije antes, el blog sólo sirvió para demostrar que yo tenía ganas de hacer cosas y de no usar mi tiempo libre en nada. Y eso lo aprendí en mis años como publicista. La gente más creativa era la que a su vez desarrollaba un hobbie paralelo.
Puede ser un blog, un programa de radio online, capítulos en youtube, un Instagram original, lo que sea…pero tiene que demostrar tus ganas de hacer cosas diferentes, de crear lo que aún nadie ha creado o de tener una idea muy clara si vas a usar un formato que ya esté usado. Lo importante es saber que tú eres tu única limitación y a la vez tu única herramienta para surgir. El resto es estar en el lugar indicado a la hora indicada. Y sino, es poniéndote a ti mismo en ese lugar. La suerte no siempre nos llega a todos, asi que también hay que saber salir a buscarla.
Ya encontré lo que buscaba y entonces estoy conforme?
No, y espero nunca estarlo. Ya que si estuviese conforme con algo entonces sentiría que caí en la mediocridad. Me gusta tener la inquietud de tener siempre un sueño nuevo, de querer inventar otras cosas, de querer hacer crecer las que ya tengo. Quiero trabajar en moda toda mi vida? No lo sé, o quizás sí pero en otra cosa, de otra forma, que se yo.
Las prioridades cambian con la vida de uno y quizás cuando sea mamá voy a querer otra cosa, otros horarios. No lo sé.
Pero lo que me deja tranquila es justamente estar intranquila y saber que no toqué mis límites. Me encanta lo que hago y estoy muy agradecida de poder hacerlo hoy. Sin duda, me considero una mujer muy afortunada. Creo que todos mis “fracasos” o crisis existenciales siempre me han servido para salir del mal paso de una manera más creativa. Uno tiene que saber aprender también de las caídas y no tener vergüenza de eso. Lo importante es avanzar siempre.
Les deseo mucha suerte en su búsqueda, espero este post les haya servido. Si tienen dudas, sus comentarios son bienvenidos!
Que tengan un muy buen comienzo de semana!
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