Mis primeras palabras de gratitud al hacer este post se Río, se las dedico a mi nueva mochila Kanken que solucionó muchos problemas de espacio y comodidad. Como tenía este viaje planificado, andaba en busca de una mochila de viaje perfecta, ni muy grande ni muy chica, fácil de doblar en caso que la quisiera meter en la maleta a la vuelta pero al mismo tiempo rígida para que no me enterrara las cosas que llevaba en la espalda y con espacio suficiente para llevar todo eso que llevo cada vez que me voy de viaje (ipad, pasaporte, billetera, audífonos, celulares, cámara de fotos, lente 50mm, anteojos de sol y algo para abrigarme, etc, ect). Pues bueno, investigando un poco por la web, llegué a estas famosas mochilas suecas, que se inventaron hace muchisimos años para solucionar un problema de peso en la espalda que llevaban los niños cuando iban al colegio, es por eso que tiene un par de “manillitas” además de los típicos tirantes de mochila, lo que la hace perfecta para usar de maletín o mochila según sea el caso ( y el peso que se cargue). En mi caso, no sólo su diseño llamó mi atención sino que también su comodidad. Viene con una especie de almohada en la parte de la espalda, entonces tampoco te entierras lo que llevas dentro y bueno, por su estética y funcionalidad me parecía que era la elegida para acompañarme a Río. Las mochilas de género ya me tienen un poco aburrida porque se repitieron mucho, asi que esta Kanken de verdad se robó mi corazón. Estaba dispuesta a comprarla online y esperar por ella, cuando de pronto investigando un poco más, me di cuenta que las vendían al lado de mi oficina en Providencia! Exactamente en la calle Suecia, en una tienda muy piola de cosas Outdoors que se llama Volkánica Outdoors. Asi que lo más divertido es que pude comprar la mochila con más estilo en un lugar muy piola. Tienen de muchos colores y diferentes tamaños. Hay unas especiales para el computador que están increíbles!
Bueno, luego de poder expresar mi emoción por mi amada mochila Kanken, procedo a contarles de mi viaje : )
Hace algunos días ya, me escapé a Río de Janeiro a pasar Semana Santa. No es que se me hubiese ocurrido ese destino como algo mío, pero mi pololo fue enviado a Brasil por 3 meses y medio a trabajar como parte del equipo de Coca-Cola que recorre diferentes ciudades con la Copa del Mundo y es por esto que decidimos armar este viaje “express”. Sí, él es un seco y por supuesto es una oportunidad tan única, que no podía rechazar. Asi que bueno no nos queda otra que estar a la distancia un par de meses, asi que luego de haber estado separados un par de semanas, se nos ocurrió que yo podía ir a Río y vernos, asi aprovechábamos de conocer otra ciudad más de Brasil juntos y sumar un viaje más a nuestra lista, ya que viajar es probablemente una de las cosas que más nos apasiona a los 2 (bueno, a quién no la verdad?).
Como el evento de Coca Cola Trophy Tour era el martes después de semana santa, ese fin de semana “largo” no era feriado para él, por lo que lo tuve que acompañar a la oficina y ayudarlo con sus cosas, asi que el tiempo que nos quedó disponible para pasear no fue demasiado. Pero bueno, como lo importante era estar juntos, lo que hicieramos no importaba mucho. Lo que sí tuvimos tiempo de ir un día a la playa en Ipanema. Ese día viernes, teníamos la idea de ir al Cristo Redentor, pero claro, era Viernes Santo, por lo que la fila para entrar al Cristo superaba las 3 horas de espera y ya que teníamos tan poco tiempo para recorrer decidimos abortar la misión. Fue una mala idea y por otro lado les paso el dato que tanto el Cristo como la subida al Pan de azúcar, se pueden programar con tiempo y comprar la entrada por internet (cosa que nosotros no hicimos y las 38934282897378213 en la fila tampoco), asi al menos te evitas la fila para comprar ese ticket. En lo que respecta al Cristo, existen 2 formas de subir. Una es llegando al punto de inicio donde te puedes ir en un tren, para el cual puedes comprar también el ticket antes y ese ticket incluye ida-vuelta y entrada al Cristo y lo pueden hacer desde esta página. Otra alternativa es subir en una van, donde también te cobran una sola vez por ida y vuelta, pero llegando arriba tienes que hacer otra fila más para comprar el ticket de entrada al Cristo y es muy engorroso. Eso fue lo que hicimos nosotros y de verdad fue una súper mala idea. Asi que mi recomendación es: Agendarlo con tiempo y comprar por la página que les acabo de dar. Se van a ahorrar todo el tiempo y problemas que tuvimos nosotros.
Asi que bueno, luego del intento fallido al Cristo, decidimos irnos a la playa y pasar el día ahí. Arrendamos un par de sillitas y quitasol y ahí nos quedamos, relajados en Ipanema. No sé si fue el fin de semana largo que tenía a todo Brasil ahí metido, pero mi experiencia en Ipanema no fue la más agradable. Estaba muy llena, era como ir a Reñaca en pleno Enero. Había muy poco lugar disponible y no era precisamente lo más tranquilo jaja. Pero en vista que era la mejor playa para estar, ahí nos quedamos. Según mi pololo esta playa en un fin de semana cualquiera es más tranquila. Cómo no estuve en otra ocasión, sólo les puedo contar mi impresión de ese día. Un detalle muy importante: EL AGUA NO ES TIBIA.
Asi que si alguna vez piensan en vacaciones en Brasil y buscan agua más calientita no sé si es Río el destino, quizás más al norte les convenga, ya que al menos Río y las playas del sur no tienen agua tibia.
Por las fotos pueden ver nuestras caras de felicidad por el reencuentro. La verdad es que nos cuesta mucho estar separados, pero por eso cada minuto juntos contaba, asi que evitar las filas y disfrutar del tiempo libre era obligatorio en este viaje.
La puesta de sol en Río es al reves que acá. Se esconde por el lado de los edificios, no por el mar. Asi que no era muy romántico verlo jaja, pero el paisaje de la playa con luz de atardecer era muy bonito.
Las calles estaban llenas de personas haciendo deporte, tomando cerveza, comiendo choclo cocido (que lo venden en carritos a la orilla de la playa) y por supuesto también se pueden ver a las vendedoras de Bikinis por todos lados. Cada parte de bikini costaba 25 reales, imagino que se puede negociar, pero al menos ese es el precio actual de mercado. Yo no me compré ninguno porque ya tengo suficientes del verano pasado, pero había unos muy bonitos.
En la noche nos juntamos a comer con los compañeros de trabajo de mi pololo y fuimos a un lugar bastante entretenido y cuya característica es que es como un “Mall” de restoranes y cine. Entonces tu te sientas en una mesa y puedes pedir de una carta que incluye todos los restoranes y pedir lo que quieras, de cualquiera. Esto es algo que yo no conocía y que me pareció bastante original. Por lo demás la comida era muy rica!
Yo pedí un Atún con quínoa y champiñones que estaba increíble! El lugar se llama Lagoon y está en la Laguna Rodrigo de Freitas.
Al día siguiente fuimos a la oficina de Coca Cola a trabajar hasta como las 2 pm, luego nos fuimos a almorzar a otro barrio de Río que se llama “Leblon”. Es como uno de los barrios más caros de la ciudad. La verdad es que se notaba cierto orden en el barrio que no se veía en otros sectores, siendo que al menos nosotros no tuvimos problemas en ningún lado, por lo general la ciudad es bastante relajada aunque igual andábamos con cuidado y sin nada de valor encima. Un pensamiento súper turista, lo sé, pero para qué arriesgarse.
Fuimos a probar un restorán de Sushi que según una compañera de mi pololo “era el mejor sushi de Río”. La verdad es que yo con los sushis de otros países no termino de convencerme. Me parece que el que tenemos en Chile es infinitamente mejor, ya que acá hay tanta demanda que la oferta es muy amplia por lo que encontrar buenos sushis y a precio razonable no es difícil. Por otro lado, el sushi chileno está bastante “occidentalizado” por lo que el queso crema y la palta y tantos otros adicionales hacen que el sabor sea mucho más rico y por supuesto que menos light que los originales que seguro hacen en japón. Creo que el sushi de Río, o al menos el de Sushi leblon es rico, pero no es el mejor sushi que he comido en mi vida. Asi que si buscan algo para comer en Río les recomiendo que se salten este restorán porque la verdad es que aunque era rico, no es barato y acá tenemos mejores : )
Lo del postre fue bastante entretenido, ya que muy cerca de Sushi Leblon está Venchi, que tenía un helado de chocolate blanco y coco muy rico! También probé uno de nutella que estaba exquisito.
Esta es la única foto que tenía de cómo andaba vestida y aunque salgo con cara de ñoña, no tenía otra para describir mi vestuario jaja. La blusa de de Isabel Marant para H&M, el short de cuero y gamuza de la colección Spring 2014 y el kimono con flecos también de H&M. Toda mi ropa era de H&M excepto los zapatos que son de Asos y los anteojos que son Ray-ban.
Caminamos hasta que se hizo de noche por Leblon y fuimos recorriendo varias tiendas. Nos topamos con una que tenía unos dulces de regalo y que según nos explicaba la chica que atendía, estos dulces son los que pueden devolverle un recuerdo de la infancia a cualquier Brasilero. Al parecer eran como los dulces que todos comían cuando eran chicos. Probé uno y era muy rico, bastante parecido a nuesto “Kegol” de manzana. (Alguien conoce los Kegol o acá se me cayó el carnet?).
También entramos a un supermercado a comprar un par de cosas y yo me fijé en los envases de la comida. Si hay algo que disfruto mucho en los viajes, es meterme a los supermercados y mirar los productos que tienen. Porque si bien TODO se ve diferente para mi, no puedo dejar de pensar que seguro aquí el envase para mi puede parecer una cosa, pero para ellos puede ser algo totalmente diferente. Es como el tema de las marcas propias, quizás un extranjero no ve la diferencia entre un producto de marca propia a alguno de marca reconocida para nosotros. Es genial esa sensación de no saber nada de nada y simplemente tener que probar para poder emitir un juicio. No les pasa a ustedes?
Ya en la noche teníamos que prepararnos para salir a comer y como era la última noche me hice unas ondas en el pelo para estar más arreglada. Hace poco me compré este ondulador Gama que me ha funcionado perfecto. Andaba buscando una marca buena que no me maltratara mucho el pelo, porque como lo tengo bastante decolorado tengo que tener más cuidado para que no se queme. Este ondulador es ideal porque se calienta rápido y por lo mismo puedo dejar el pelo menos rato puesto y las ondas se hacen en pocos segundos. Es ideal para personas con poco tiempo o que no les gusta esperar mucho para ver resultados! Además tiene una punta plástica que no se calienta, asi que es bien cómodo para manipular el pelo y hacer la onda.
Este fue el resultado! (Perdón por la foto mala, pero la luz de esa pieza era del terror, asi que no había mucha luz para fotos mejores). Mi vestido es Rapsodia y fue un regalo de mi pololo <3
Para la comida de la última noche juntos ( Sí, la despedida!! snif!!) el lugar elegido fue Quadrucci. Lo habíamos visto en el día cuando fuimos a almorzar al Sushi, resulta que este otro lugar queda justo al frente. Este lugar se llevó todos los aplausos y mi amor incondicional por él. No es un misterio que la comida italiana es una de mis favoritas, asi que todo lo que sirvieran aquí me podía gustar. Pero además todo fue perfecto. El servicio, la comida, partiendo desde el pan que ponían al principio que untado con aceite de oliva era simplemente espectacular.
Yo pedí un plato exquisito y por lo que pude ver era uno de los platos estrella, porque muchas mesas lo habían pedido también. Era un risotto de zapallo y curry con camarones y coco que estaba delicioso!
De postre pedimos un fondant de chocolate que yo pensé que era mi postre favorito (volcán de chocolate) pero no era. De todas formas estaba muy rico y la noche fue perfecta. Lo pasamos muy bien!
Terminamos la noche paseando y mirando las tiendas de Leblon. Una cosa que no deja de impresionarme es la cantidad de mujeres que andaban con carteras Vuitton. Por lo que me decían las chicas locales, no es que todas tuvieran la plata para comprarlas, pero se endeudaban para poder andar con una cartera de diseñador (vi muchas Vuitton y Prada por la calle y restoranes). La verdad es que igual me pareció un poco exagerado. Es que no puedo culparlas, pero no sé si llegaría a endeudarme tanto como para tener una de esas carteras. Para mi pagar algo en más de 3 cuotas ya me desespera, no me puedo imaginar lo que es estar 12 o 24 meses pagando una cartera que seguro después de un par de usos me va a cansar.
Bueno, luego del aporte sociológico que les acabo de dar de algunas mujeres de Río jaja, procedo a terminar este post. Espero que les haya gustado y por favor el tip más importante es el del Cristo!! No les vaya a pasar como a mi que no pude subir! Sin duda mi visita a esta ciudad fue muy express así que voy a tener que volver con más tiempo y calma en otro momento. Qué tal estuvo su semana santa? Disfrutraron del feriado de hoy?
Espero que tengan un muy buen viernes y ánimo para los que trabajamos y no tuvimos sandwich!!!!
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